Sobre la compañía
En 2019, el gobierno chileno se propuso generar redes de alta velocidad para asegurar la conectividad de los habitantes de todo el territorio nacional. Como parte de esta iniciativa, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (que depende del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones) lanzó la licitación para un proyecto llamado Fibra Óptica Nacional (FON), que apuntaba a cubrir un tendido de conectividad desde la región de Arica hasta la región del Bío Bío. Este trazado representaba un total de 7.500 kilómetros de fibra óptica soterrada y aérea.
El desafío
El proyecto FON requería de un proveedor de fibra óptica que pudiera proveer el material y el financiamiento para trabajar como aliado estratégico de uno de los operadores líderes de Chile. Juntos, debían encarar el desafío de desplegar una red de telecomunicaciones de alta velocidad que disminuyera el aislamiento digital de parte de la población chilena, y democratizara la conectividad a lo alto y a lo ancho de todo el país. Se buscaba, entre otras cosas, integrar a sectores aislados y a pequeñas poblaciones carentes de recursos económicos. Para ello, sin embargo, sería necesario sortear todo tipo de dificultades geográficas y técnicas.
“Desplegar redes de alta velocidad es fundamental para los desafíos de conectividad que presenta el país. A su vez, esta tecnología es habilitadora para el desarrollo de la nueva red 5G y fundamental para incorporar nuevas aplicaciones vinculadas a la economía 4.0”.
Equipo de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, Chile
La estrategia
Anticipación
Para hacer frente a este desafío, FYCO generó una unidad de negocio eficiente, disruptiva, ágil y liviana. La principal decisión estratégica pasó por la compra, al inicio del proyecto, del total del stock de fibra óptica necesario para el tendido de la carretera. Esto requirió un enorme esfuerzo de inversión y toma de riesgo por parte de la compañía, y supuso el almacenamiento de 1500 carretes de fibra óptica en las bodegas de FYCO.
Agilidad ante la adversidad
El proyecto FON comenzó a ponerse en práctica en septiembre de 2019. Meses más tarde, la pandemia del Covid-19 añadió un nivel de complejidad a la logística, que requirió la adaptación del trabajo de manera remota y la adaptación de los procesos para respetar los protocolos necesarios. Ante esta situación crítica e imprevista, la decisión estratégica de adquirir anticipadamente la totalidad del stock resultó clave: no sólo permitió cumplir con los plazos de entrega comprometidos, sino que también minimizó el impacto de la crisis global en la dinámica general del proyecto.
Soterramiento
Dada la complejidad geográfica del territorio a cubrir, se decidió soterrar la carretera de fibra óptica en un 60%. Esto convirtió al proyecto en un desafío sin precedentes, no sólo en Chile sino en toda América Latina.
El soterramiento implicó, además, la necesidad de solicitar cambios en las regulaciones chilenas referidas a ese modelo constructivo, de modo de poder atravesar zonas geográficas protegidas o inaccesibles.
“El FON es un proyecto histórico para Chile: alcanzó a miles de personas que no podían acceder a un servicio de telecomunicaciones para estar conectadas, para acceder a la educación virtual o la telemedicina. Hablamos de niños y niñas que debían subir al techo de sus casas para conectarse, y de familias enteras que quedaban aisladas por completo del sistema de salud. Sin dudas, este proyecto cumplió un rol social muy importante”.
Gerente de Ingeniería del FON
“Este proyecto no puede estar más alineado con la misión de FYCO y con sus ganas de hacer historia. Gracias a esta autopista de fibra óptica, le cambiamos la vida a muchísimas personas. Eso nos llena el corazón”.
Manager FYCO Chile
Cifras
22 meses de trabajo logístico
1500 personas involucradas en forma directa
165 comunas y 34 pequeñas localidades alcanzadas
7.500 kilómetros de fibra óptica
60% de la traza soterrada
Resultados
Impacto social
Este proyecto generó un impacto social único, ya que permitió integrar a las comunidades más aisladas o de menores recursos de todo el país, que pudieron al fin contar con las herramientas digitales necesarias para hacer posibles, entre otras cosas, la educación virtual y la telemedicina, claves durante el aislamiento al que obligó la pandemia.
El proyecto alcanzó a poblaciones rurales que viven en condiciones extremas, y que hasta ese momento no podían acceder a un servicio de telecomunicaciones que les garantice el acceso a oportunidades y les permita ofrecer un mejor futuro a sus niños y niñas.
Proyecto verde
Durante el proyecto, se prestó especial cuidado al impacto ambiental: la carretera atravesó no sólo numerosas comunidades sino parques nacionales, humedales y sectores restringidos. Esto requirió la implementación de métodos alternativos de intervención en el terreno. Gracias a esta experiencia, se homologaron tres mecánicas de construcción y se desarrolló una ingeniería de maquinaria, logística, microzanjado, soterrado y ducto sobre tierra que hoy constituye un benchmark internacional para proyectos de este alcance y características.
Alcance y conectividad
La carretera de fibra óptica alcanza 10 regiones del territorio chileno, con un trazado que sigue la Ruta 5N y atraviesa las principales capitales nacionales, pero se expande a la vez hacia todos los extremos para capturar un total de 165 comunas y 34 pequeñas localidades que hasta ahora permanecían aisladas.
Agilidad y magnitud
El proyecto FON demandó 22 meses de logística en contexto de pandemia e involucró el trabajo de 1500 personas.